Cuantas veces nos resfriamos al año

Durante los días más fríos de inviern se disparan las consultas, tanto médicas como farmacéuticas, y la gran mayoría están relacionadas con catarros y procesos gripales. A veces, parece casi imposible evitar caer en las redes de estas afecciones, aunque solo sea una vez…

Número de resfriados al año

De hecho, la tendencia más común es la de sufrir varios resfriados al año. Seguramente, en algún momento de tu vida hayas tenido la sensación de que pasas largos periodos rodeado de pañuelos, la nariz taponada hasta decir basta y algo falto de energía. Pero, a diferencia de la creencia popular, el número de catarros que una persona puede sufrir a lo largo del año es limitado, según un estudio realizado, es de entre 2 y 3 veces y los niños menores de dos años tienen alrededor de seis infecciones al año.

Sin embargo, esta sensación tiene un porqué. Y es que, en muchas ocasiones, los catarros no se acaban de curar correctamente. ¿Quién no ha abandonado un tratamiento farmacológico en cuanto se ha encontrado mínimamente recuperado? Poco importa lo mucho que haya insistido el médico o la persona de tu farmacia respecto a la importancia de una toma correcta del medicamento sintomático, en cuanto se atisba el primer signo de recuperación, ¡adiós!

Y este es, sin lugar a dudas, el principal motivo por el cual se encadenan varias semanas de resfriado. Las bacterias o virus que lo causan no acaban de ser eliminadas, por lo que, después de dos días de supuesta mejoría, vuelven a atacar el organismo, pudiendo dar la sensación de que se trata de un nuevo proceso.

Así mismo, no todas las personas tienen el mismo riesgo de resfriarse. Los grupos más predispuestos serán aquellos con un sistema inmune inmaduro o deficiente, como es el caso de niños, ancianos, embarazadas, entre otros. Del mismo modo, adultos en contacto con niños se encuentran más expuestos, pues son los más pequeños los que actúan como reservorio de los virus más característicos.

Cómo reconocer un resfriado

Otro factor importante a la hora de discernir cuantas veces resfriamos es el reconocimiento. Muchas veces atribuimos una determinada sintomatología a un resfriado cuando, en realidad, la causa es otra. Por eso, es fundamental discernir un resfriado de otro tipo de afecciones y, para ello, tenemos que fijarnos en los síntomas y signos que se manifiestan en nuestro organismo:

Fiebre: el resfriado común cursa, por lo general, sin fiebre. Si bien, como se ha mencionado, en los grupos más inmunológicamente comprometidos puede cursar con ligera febrícula.
Congestión nasal y goteo incesante: la sensación de colapso nasal y, a la vez, de rinorrea, es un síntoma muy común. También se puede acumular moco en los oídos, sobre todo en niños pequeños en los que la trompa de Eustaquio – que comunica las fosas nasales con el oído medio – está más horizontal, por lo que se facilita la llegada del moco al oído.
Tos no expectorante: en los catarros, la tos es frecuente; si bien, esta tiende a ser suave y seca.
Sintomatología general: a pesar de que se puedan dar mialgias, astenia, cefaleas… en el catarro no es lo más común una afectación tan generalizada, suele limitarse más a vía respiratoria alta.