Cuando estamos resfriados o con gripe solemos toser, estornudar, pero otro de los síntomas frecuentes por los que podemos pasar es el lagrimeo o los problemas oculares, los cuales pueden llegar a ser muy molestos.
Desde Pharysol os explicamos por qué procesos infecciosos como la gripe y el resfriado pueden producir lagrimeo y problemas en los ojos, cómo podemos controlar estos síntomas y prevenir complicaciones.
¿Qué son las lágrimas y para qué sirven?
En primer lugar, debemos saber qué son las lágrimas, cómo se producen y qué funciones tienen cuando no está asociadas a infecciones.
Las lágrimas son un líquido compuesto por una parte mucosa, encargada de adherirlas a la superficie de la córnea, una parte acuosa que se encarga de hidratar, lubricar y limpiar el ojo, y una parte lipídica, cuya finalidad es que la lágrima no se evapore.
Las lágrimas, además de tener la función de mantener el ojo hidratado, son un mecanismo defensivo de nuestro cuerpo, eliminando residuos y elementos patógenos y protegiéndolo de infecciones.
¿Por qué se produce el lagrimeo cuando estamos enfermos?
Cuando estamos resfriados, tenemos la gripe, o estamos afectados por otras infecciones, nuestro sistema inmunitario inicia un proceso de dilatación de los vasos sanguíneos y liberación de histamina, que produce la inflamación de los tejidos, como las mucosas, que en el caso de la nariz produce el goteo nasal.
A nivel ocular, se lleva a cabo el mismo proceso. Debido a la inflamación del conducto lagrimal, que une el lagrimal con la nariz, se produce un bloqueo que hace que las lágrimas no puedan avanzar. Al quedarse acumuladas en el lagrimal, estas se desbordan del párpado y producen el lagrimeo.
¿Por qué podemos presentar problemas oculares como la conjuntivitis?
En algunas ocasiones, el mismo microorganismo que nos está produciendo la gripe, resfriado u otra afección puede producir una infección en la conjuntiva, la membrana transparente que recubre el globo ocular, de aquí el nombre de la conjuntivitis.
Esta infección ocular presenta síntomas como el lagrimeo, hinchazón, sensación de cuerpo extraño en los ojos, enrojecimiento, ardor y secreciones.
¿Cómo podemos tratar y prevenir las molestias oculares?
Como en el caso de la gripe y el resfriado, no existen medidas para curar y parar directamente el virus, se deben realizar actuaciones dirigidas a remitir los síntomas, como es el caso del lagrimeo.
Para tratar y prevenir la aparición de complicaciones oculares deberemos seguir buenos hábitos tales como:
- Intentar desbloquear las vías respiratorias reduciendo su inflamación y congestión.
- Retirar las secreciones oculares, limpiar con suero fisiológico e hidratar el ojo con lágrimas artificiales.
- Limpiarnos las manos frecuentemente y evitar tocarnos los ojos para no empeorar la infección.
- Evitar elementos que puedan irritar el ojo y la infección, como lentes de contacto, maquillaje o humo.
- Evitar compartir objetos con otras personas para no producir contagios.
Más allá de los cuidados concretos sobre los ojos, actuar en el foco de los problemas, esto es, cuidar el proceso catarral, también contribuirá a que desaparezcan las molestias oculares.
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