¿Qué es la rinitis?

Seguramente hayas escuchado decenas de veces que alguien tiene rinitis, incluso la puedes haber padecido tú mismo, pero ¿sabes qué es la rinitis exactamente?

La rinitis consiste en la inflamación de la mucosa de la nariz. La mucosa tiene la característica de ser húmeda, debido a la producción de moco que se produce en las glándulas que contiene entre las células. Realiza una labor fundamental, ya que protege y humedece la vía respiratoria alta, pero, cuando se inflama, acarrea molestas consecuencias. Esto es debido a que, al inflamarse, provoca una sintomatología muy característica basada en estornudos, goteo incesante (rinorrea), picor y congestión nasal o nasofaringial.

¿Por qué se produce la rinitis?

Existen diversas causas que pueden generar una respuesta inflamatoria en el interior de la nariz, pero todas se basan en la irritación de la mucosa.

En primer lugar, se podrían diferenciar dos tipos de rinitis en función de su evolución. En este caso:

• Rinitis aguda, aquella cuya duración es inferior a seis meses.
• Rinitis crónica, si su duración excede el tiempo anteriormente citado.

Existe otra clasificación en función del motivo desencadenante. De este modo, podemos distinguir entre los siguientes tipos:

• Rinitis alérgica: la inflamación esta desencadenada por un alérgeno (polen, ácaros…), el cual, por así decir, tiene “superpoderes” sobre el sistema inmune, activándolo en exceso. Así, una vez te expones al alérgeno (en el supuesto caso de que seas alérgico) tu cuerpo comienza a generar anticuerpos, de manera que ante una segunda exposición los libera. Estos anticuerpos contienen sustancias proinflamatorias (sobre todo histamina), las cuales atacan a las células de la mucosa y provocan en ellas una vasodilatación, un consecuente edema y una irritación. Esta es la fisiopatología causante de los síntomas objetivables: prurito, moquillo…
• Rinitis no alérgica: como su nombre deja intuir, en este caso no hay ningún alérgeno involucrado, ni ninguna cascada de hipersensibilidad inmunológica. En este caso, se llega al mismo destino, es decir, los molestos síntomas, pero mediante un vehículo distinto: infecciones, medicamentos que provocan una vasoconstricción, alteración hormonal, física por el frío… Como puedes ver, los “culpables” son muchos y variados.
• Rinitis atrófica: en este tipo, la rinitis es secundaria a un proceso de atrofia –pérdida de volumen – de los cornetes. Por este motivo, el aire no se calienta como debería, y pasa a la siguiente zona de la nariz, dañándola.

¿Cómo frenar la rinitis?

Queremos centrarnos en el caso de la rinitis alérgica, la más común en primavera, el primer paso es evitar la exposición al alérgeno. Lo más recomendable es tratarla de la manera más natural posible; si bien, en caso de que genere una gran inhabilitación, se pueden emplear antihistamínicos o corticoides.

En definitiva, como puedes ver hay varios tipos de rinitis y algunos pueden ser controlados y evitados si nos cuidamos, especialmente en invierno, de manera natural. Hay distintos cuidados que podemos tener y distintas áreas que tratar y elegir productos naturales es la mejor opción.

Pero, para evitar la molesta congestión nasal, te aconsejamos el uso de productos naturales que traten los síntomas más molestos. Por ejemplo, podemos utilizar Pharysol Sinus, el cual frena la congestión nasal que produce la rinitis, de manera rápida y natural. Ahora que sabes algo más sobre tu nariz, la mucosa y la rinitis, seguro que te resulta más fácil cuidarte.