Algunos consejos que te ayudarán a limpiar los oídos sin dañarlos

2018-10-04T08:20:56+00:00octubre 4th, 2018|

El cerumen es segregado por el oído y, aunque se asocia erróneamente a la falta de higiene, tiene funciones importantes, ¿lo sabías?

En principio, vale destacar que no cualquier práctica, pese a constituir un uso o costumbre a la hora de quitar la cera, resulta eficaz. Alguna que otra, además de no ser efectiva, hasta puede resultar perjudicial para la salud auditiva. Por ello, presta especial atención a lo que sigue.

Oídos tapados y su solución

La cera mantiene sanos a los oídos, evita que el canal auditivo se agriete por sequedad y lo protege del agua y de los agentes externos capaces de producir infecciones. Curiosamente, aunque no lo creas, nuestros canales auditivos se autolimpian a la vez que masticamos, hablamos y movemos la mandíbula. Pero si el cerumen, por alguna causa, se produce en exceso y se acumula, puede generar problemas. Solucionarlo parece sencillo, no obstante, no lo es. En efecto, quitar un tapón de cera en el oído no por rutinaria es una tarea sencilla. Requiere determinados cuidados para hacerlo de manera segura.

– Gotas. Las típicas para el oído suelen contener bicarbonato de sodio, peróxido de hidrógeno o cloruro de sodio. Prometen suavizar la cera para luego poder limpiarla fácilmente. La opción natural, con la misma efectividad, son unas gotitas de aceite de oliva o de almendras. Puedes calentar apenas el aceite elegido (hasta que alcance la temperatura corporal), aplicarlo con un gotero y tumbarte de forma horizontal, con el lado tratado hacia arriba, durante cinco o diez minutos. Luego date la vuelta y conseguirás que el exceso de aceite natural drene.

– Microsucción. Es un procedimiento que debe estar a cargo de un experto. Se aplica en casos de cera muy persistente y difícil de quitar, que bloquea o entorpece la audición. Suele ser una alternativa segura y efectiva.

– Solución salina. Es una opción natural. Consiste en mezclar una cucharada de sal fina en un vaso de agua tibia. Utiliza un gotero para colocar algunas gotitas de esta solución en el oído afectado. Mantén este último hacia arriba, con la cabeza levemente inclinada. Tras unos minutos, gira la cabeza para que la solución se escurra. Se puede realizar el mismo procedimiento con agua oxigenada y agua tibia en iguales dosis. También con vinagre blanco y alcohol.

Formas no seguras de limpiar los oídos

– Bastoncillos de algodón. No son inofensivos. Aunque su uso es popular, pueden ser muy dañinos para el canal auditivo. Allí solo empujan la cera hacia la profundidad del oído, a zonas que no son “autolimpiables”. Como la cera tiene bacterias, estas pueden provocar infecciones y un consecuente dolor de oído. Y lo que es peor aún: podría causar incluso la perforación del tímpano y la pérdida transitoria de la audición (oídos tapados). Entonces, ¿cuándo usar estos utensilios? Únicamente para higienizar la zona externa.

– Velas para los oídos. No solo no resultan una alternativa efectiva, sino que, además, implican un riesgo innecesario.

– Limpiador de oídos que irriga agua. Es una técnica que se suele hacer en el ambulatorio (no en casa) a manos de un profesional. Puede resultar molesta y dañar el tímpano.

Ahora ya sabes cómo limpiar los oídos sin correr riesgos y no te tomarás dicha tarea a la ligera; en especial, cuando se trate de los oídos de los más pequeños. No obstante, ante cualquier duda, consulta a tu farmacéutico de confianza; seguro que sabrá cómo orientarte sobre el cuidado de tu audición y darte algunas pautas de higiene básicas para proteger la salud de tus oídos.

Un comentario

  1. […] no debes introducir ningún objeto en ellos con el fin de limpiarlos; la mejor manera de hacerlo es esta. Por último, para limpiar la nariz solo necesitarás un pañuelo para sonarte. Si sufres problemas […]

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