La gripe y el resfriado son virus estacionales comunes, sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la gripe produce entre 250.000 y 500.000 defunciones cada año, y cerca del 90% de estas son de personas mayores de 65 años.
Desde Pharysol, os vamos a explicar por qué las personas mayores son un grupo de riesgo en los casos de infecciones por gripe y cómo podemos protegerlas.
¿Por qué las personas mayores tienen más riesgo en los casos de gripe?
A medida que envejecemos, nuestro organismo presenta cambios que afectan al mantenimiento de nuestra salud.
Empezamos a sufrir enfermedades debido a que con el tiempo nuestros tejidos y sistemas se ven afectados por procesos oxidativos, y también porque nuestra inmunidad pierde eficacia.
Las personas mayores secretan menos interferones, unas proteínas sintetizadas con el objetivo de combatir elementos patógenos. Además, las complicaciones en casos de gripes y resfriados, no tienen su origen en la actuación del virus en sí mismo, sino en la respuesta del organismo.
Las complicaciones en los casos de gripe, se producen por la actuación de los neutrófilos, células inmunitarias encargadas de la respuesta inflamatoria.
En conclusión, la gravedad de las infecciones por el virus de la Influenza (causante de la gripe), no están relacionadas con la replicación del virus, sino con los efectos del mecanismo de inflamación contra este, que produce la destrucción de tejidos.
¿Cómo podemos proteger a las personas mayores ante gripes y resfriados?
Más allá de que los tejidos de nuestro organismo se degeneran con el paso del tiempo, a medida que envejecemos la presencia de enfermedades crónicas es más frecuente. Las personas mayores con mayores riesgos en los casos de gripes y resfriados son aquellas con enfermedades preexistentes (neurodegenerativas, autoinmunes, cardiovasculares, respiratorias, cáncer…) y las que viven en residencias y se hallan en contacto con muchas personas en sus mismas condiciones.
A continuación pasamos a detallar algunas pautas importantes para proteger a las personas mayores de contagios de gripe y resfriados:
- Seguir el plan de vacunación. Aunque la vacuna de la gripe es generalmente eficaz solo para un 40% de las personas, desde octubre hasta finales de invierno es muy importante su aplicación, ya que el virus de la gripe muta cada año y la inmunidad se va perdiendo. La aplicación de antígenos (virus inactivados) ayudará a que el sistema inmune inicie la “memoria inmunitaria”.
- No tener contacto con personas afectadas y evitar todo lo posible las aglomeraciones.
- Seguir las medidas de higiene y prevención adecuadas.
- Descansar suficientemente por la noche y reposar si es preciso.
- Hidratarse y alimentarse correctamente, introduciendo alimentos ricos en vitaminas C, D y minerales como el zinc. Evitar el alcohol y el tabaco.
- Ventilar los espacios.
- Acudir al médico ante cualquier posible síntoma.
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