El resfriado es una enfermedad común que afecta a muchas personas durante todo el año, pero generalmente asociamos esta afección con el invierno y las bajas temperaturas. Sin embargo, existe otra variante conocida como el resfriado de verano, que ocurre durante la temporada estival. Desde Pharysol explicaremos las posibles causas de esta enfermedad, sus síntomas, cómo tratarlo de forma natural y cómo prevenirlo.
Causas del resfriado de verano
Esta afección puede ser causada por varios factores. Uno de los principales desencadenantes es el aire acondicionado. Durante los meses de verano, muchas personas recurren al aire acondicionado para combatir el calor sofocante. Sin embargo, este puede resecar las vías respiratorias y debilitar el sistema inmunológico, lo que facilita la entrada de virus y bacterias que causan el resfriado.
Otra posible causa del resfriado de verano es la exposición a cambios bruscos de temperatura. Por ejemplo, si estamos en un lugar caluroso y luego nos exponemos a una lluvia repentina o ingresamos en una piscina o playa fría, nuestro cuerpo puede tener dificultades para adaptarse a estos cambios y ser más susceptible a contraer el resfriado.
Finalmente, también puede deberse al hecho de que en esta época pasamos mucho tiempo en sitios concurridos, donde podemos contagiarnos.
Síntomas del resfriado de verano
Los síntomas del resfriado de verano son iguales a los del resfriado común. Pueden incluir congestión nasal, estornudos, dolor de garganta, tos, fiebre leve y malestar general. Aunque generalmente no es una enfermedad grave, puede afectar nuestra calidad de vida y hacernos sentir incómodos durante varios días.
Tratamiento del resfriado de verano
Para tratarlo de forma natural, existen varias opciones disponibles. En primer lugar, es importante descansar lo suficiente y permitir que nuestro cuerpo se recupere. Beber líquidos calientes, como las infusiones de plantas medicinales, como el eucalipto, la menta, el tomillo, el jengibre o el romero puede ayudar a aliviar los síntomas y mantenernos hidratados. Además, inhalar vahos de eucalipto, menta, tomillo y romero puede ayudar a descongestionar las vías respiratorias y aliviar la congestión nasal.
Asimismo, se puede hacer uso de soluciones descongestionantes naturales a base de estas plantas, que no generen vasodilatación ni creen dependencia.
Prevención del resfriado de verano
En cuanto a su prevención, hay medidas que podemos tomar para reducir el riesgo de contraer esta enfermedad. Es fundamental evitar cambios bruscos de temperatura y vestirse adecuadamente según las condiciones climáticas. Además, debemos tener en cuenta la higiene personal, lavándonos las manos con frecuencia y evitando tocarnos la cara, especialmente la nariz y la boca, ya que esto puede facilitar la entrada de gérmenes.
También es recomendable evitar el contacto cercano con personas que estén resfriadas y, si es posible, mantenerse alejado de sitios concurridos donde la propagación de los virus es más probable. Fortalecer nuestro sistema inmunológico a través de una alimentación equilibrada, ejercicio regular y descanso adecuado también puede ayudar a prevenir el resfriado de verano.
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