La tos es una respuesta natural del cuerpo para expulsar sustancias extrañas, como el polvo, la mucosidad y los irritantes, de las vías respiratorias. Aunque la tos puede ser molesta, es importante para mantener las vías respiratorias limpias y saludables. Sin embargo, toser de manera incorrecta puede irritar la garganta y empeorar la tos. Por eso, es importante saber cómo toser bien y cómo eliminar la tos. Desde Pharysol os contamos sobre ello.
Cómo toser bien
La forma en que tosemos puede marcar la diferencia en la salud de nuestras vías respiratorias. Toser correctamente implica seguir los siguientes pasos:
- Cubrirse la boca y la nariz: Al toser, es importante cubrirse la boca y la nariz para evitar la propagación de bacterias y virus. La forma correcta de hacerlo es usar un pañuelo desechable o el codo para cubrirse la boca y la nariz. Evita cubrirte con las manos, ya que pueden propagar las bacterias a otras personas y superficies.
- Inclinar la cabeza hacia abajo: Inclinar la cabeza hacia abajo al toser ayuda a evitar la irritación de la garganta. Mantén la cabeza baja y exhala suavemente mientras toses.
- Toser en pequeñas cantidades: Al toser, es importante hacerlo en pequeñas cantidades. Toser de manera fuerte, forzando la garganta puede irritar la garganta y empeorar la tos.
La importancia de toser bien
Toser correctamente es importante para evitar problemas en la garganta. Toser de manera incorrecta puede irritar la garganta, empeorar la tos y causar otros problemas de salud. Si toses con demasiada frecuencia o con demasiada fuerza, puedes lastimar tus cuerdas vocales y empeorar la tos. Además, toser en las manos o en el aire puede propagar bacterias y virus a otras personas y superficies.
¿Cómo quitar la tos?
Algunos remedios naturales son:
Infusión de tomillo
El tomillo ha sido utilizado durante siglos en la medicina tradicional debido a sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. Prepara una infusión de tomillo hirviendo hojas frescas o secas en agua caliente. Endulza con miel y bebe esta infusión varias veces al día para aliviar la irritación en la garganta y reducir la tos.
Leche con miel y ajo
Este remedio es conocido por sus propiedades antibacterianas y su capacidad para calmar la garganta. Calienta una taza de leche y agrégale una cucharada de miel y un diente de ajo picado. Bebe esta mezcla antes de dormir para ayudar a reducir la tos nocturna y favorecer un sueño reparador.
Gárgaras de agua salada
Las gárgaras con agua salada son una práctica común para aliviar la tos y la irritación en la garganta. Mezcla una cucharadita de sal en un vaso de agua tibia y realiza gárgaras varias veces al día. La sal ayuda a reducir la inflamación y a eliminar las bacterias que puedan estar causando la tos.
Inhalaciones de vapor
Las inhalaciones de vapor son efectivas para aliviar la congestión y la tos. Hierve agua en una olla y añade unas hojas de eucalipto o unas gotas de aceite esencial de eucalipto. Cubre tu cabeza con una toalla e inhala el vapor durante unos 10 minutos. Esto ayudará a descongestionar las vías respiratorias y a aliviar la tos.
Jengibre con limón y miel
El jengibre es conocido por sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas. Prepara una infusión de jengibre rallado en agua caliente y agrégale zumo de limón y miel al gusto. Esta mezcla no solo es reconfortante, sino que también ayuda a aliviar la tos y a fortalecer el sistema inmunológico.
Té de saúco
El saúco es conocido en la medicina tradicional por sus propiedades antivirales y antiinflamatorias. Prepara un té de saúco hirviendo sus flores en agua caliente. Bebe este té varias veces al día para aliviar la tos y fortalecer tu sistema inmunológico.
Recuerda que estos remedios son complementarios y no deben sustituir la atención médica si la tos persiste o empeora. Siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. Sin embargo, estos consejos basados en remedios caseros y tradicionales pueden ofrecer alivio natural para la tos y ayudarte a sentirte mejor de manera más rápida.
Por otra parte, también es importante tener en cuenta los estornudos.
¿Por qué no deberíamos aguantar los estornudos?
Seguro que todos en algún momento hemos contenido el estornudo frunciendo la nariz o tapándonosla y cerrando la boca. Sin embargo, esto es algo que seguramente no volváis a hacer tras leer este post.
Más allá del hecho de que si reprimimos el estornudo, que es una acción natural de nuestro cuerpo para eliminar elementos patógenos, estos vuelven a quedarse dentro, cortar un estornudo puede causar otros problemas, que pasamos a listaros:
- La fuerte presión y velocidad del aire puede provocar consecuencias similares a las de un traumatismo, y dañar y llegar a perforar la faringe y estructuras cercanas. Si existe infección puede expandirse.
- La fuerte presión del aire puede producir roturas de vasos sanguíneos, algunos que pueden tener terminaciones en el cerebro, con las consecuencias que esto puede conllevar.
- La incapacidad de sacar el aire con partículas patógenas puede irritar la mucosa nasal y producirle inflamación, también denominada rinitis.
- La fuerte presión del aire puede taponar los oídos y dañarlos, produciendo desde náuseas y vértigos, hasta perforación del tímpano.
¿Cómo debemos actuar ante una crisis de estornudos?
Se dice que “tres estornudos, resfriado seguro”, pero sea o no un resfriado, lo cierto es que en muchas ocasiones un estornudo no viene aislado, sino que tras uno llega otro, o varios. Como hemos dicho, lo mejor es aceptar lo que nuestro cuerpo necesita hacer. Los agentes patógenos y sustancias irritantes están mejor fuera que dentro, pero si sufrimos muchos estornudos lo mejor será lavarnos la nariz con suero o productos descongestionantes, hacer vahos, beber agua y evitar cualquier elemento que pueda molestarnos (perfumes, polvo, pelo etc).
Si quieres saber más acerca de cómo cuidar tu salud, y la de los que te importan, de forma natural, te recomendamos seguir los artículos de nuestro blog, y te invitamos a conocer nuestros productos con ingredientes de origen natural.
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