En múltiples ocasiones os hemos explicado acerca de diversas afecciones respiratorias, como el resfriado común, la gripe o el crup. Desde Pharysol, hoy queremos explicaros todo acerca de la laringotraqueitis.
¿Qué es la laringotraqueitis?
La laringotraqueitis es una inflamación de la laringe y la tráquea, las vías respiratorias que conectan la boca y la nariz con los pulmones. Esta afección también se conoce como crup y puede afectar tanto a niños como a adultos, aunque es más común en niños menores de 6 años.
Causas y factores de riesgo de la laringotraqueitis
La laringotraqueitis generalmente es causada por una infección viral, como el virus sincitial respiratorio (VSR), el virus del resfriado común o el virus de la gripe. Los niños que asisten a guarderías o escuelas tienen un mayor riesgo de contraer la infección, al igual que aquellos que no están completamente vacunados contra ciertas enfermedades respiratorias.
Los factores de riesgo incluyen una edad más temprana, una enfermedad previa del tracto respiratorio superior, como la faringitis o la amigdalitis, y ciertas condiciones médicas subyacentes, como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Síntomas y efectos de la laringotraqueitis
Los síntomas de la laringotraqueitis pueden aparecer repentinamente y empeorar rápidamente, especialmente por la noche. Los síntomas más usuales incluyen una tos que suena como una corteza, una voz ronca o áspera, dificultad para respirar y sibilancias al respirar. También puede haber fiebre y una sensación general de malestar.
En casos graves, la laringotraqueitis puede obstruir completamente las vías respiratorias y hacer que la persona tenga dificultades para respirar. En estos casos, es importante buscar atención médica de inmediato, ya que la obstrucción puede ser potencialmente mortal.
Tratamiento de la laringotraqueitis
El tratamiento de la laringotraqueitis dependerá de la gravedad de los síntomas y de la causa subyacente de la afección. En casos leves, el tratamiento puede incluir reposo, líquidos, humidificadores y medicamentos para reducir la fiebre y la inflamación.
En casos más graves, el tratamiento puede incluir hospitalización, donde se pueden administrar oxígeno y medicamentos para abrir las vías respiratorias. En algunos casos, se puede necesitar una intubación o una traqueotomía para mantener las vías respiratorias abiertas.
Prevención de la laringotraqueitis
La mejor manera de prevenir la laringotraqueitis es evitar la exposición a las infecciones respiratorias. Esto puede incluir lavarse las manos con frecuencia, evitar el contacto cercano con personas enfermas y evitar compartir utensilios y objetos personales con otras personas.
También es fundamental vacunarse contra enfermedades respiratorias, como la gripe y la tos ferina, especialmente si se tiene un mayor riesgo de complicaciones debido a una enfermedad subyacente.
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