¿Resfriados en verano? ¡Te contamos qué hacer!

¿Qué diferencia hay entre los resfriados que se producen en invierno y en verano? Aunque la facilidad de contagio y los síntomas son los mismos, su causa principal es distinta. ¡Los resfriados no descansan!

En otras ocasiones ya hablamos de los resfriados en otoño. Desde Pharysol, te explicamos las causas, situaciones, síntomas y consejos para prevenir los resfriados en verano.

¿Por qué nos resfriamos en verano?

Los resfriados pueden estar causados por más de 200 virus distintos. Veamos las diferencias entre invierno y verano:

Causas de los resfriados en invierno

Los resfriados en invierno suelen estar provocados por infecciones virales, en concreto, un género de virus conocidos como rinovirus. Este tipo sobrevive mejor en climas fríos.

Causas de los resfriados en verano

Según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), en verano ocurren un 20% de resfriados.

Normalmente, los resfriados en verano están causados por una infección por enterovirus. Este es el segundo tipo más común de virus después de los rinovirus y puede afectar a los tejidos de la nariz y garganta, ojos, sistema digestivo, etc.

Actualmente, existen unos 60 tipos de enterovirus no polio. Aunque la mitad de las personas infectadas por enterovirus no se enferman, estos causan entre 10 y 15 millones de enfermedades por año, generalmente en verano. Asimismo, aunque las infecciones por enterovirus predominan en la infancia, afectan a cualquier edad.

Síntomas de los resfriados en verano

Los síntomas de los resfriados son los mismos durante todo el año:

Picor y dolor de garganta.
Congestión nasal y lagrimeo.
Dolor de cabeza.
Dolores musculares.
Malestar general.
Tos seca.
Otros menos frecuentes: problemas gastrointestinales (náuseas o vómitos), conjuntivitis o conjuntivitis aguda, enfermedad con erupción cutánea, etc.
Casos más graves: fiebres altas, dificultad para respirar o dolor intenso de garganta, cabeza o senos paranasales.

Situaciones a que tener en cuenta en verano

Estas son las situaciones que ayudan a disminuir las defensas del organismo en verano:

Los sistemas del aire acondicionado, que extraen humedad del aire y resecan el ambiente, y también las mucosas de la nariz y otras vías aéreas.
Los contrastes de temperatura. Hay diferencias de 10° C o más entre el exterior y la interior.
El estrés.
Vuelos en avión. Los espacios cerrados son una fuente de microrganismos.

¿Qué hacer para prevenir los resfriados en verano?

En general, los resfriados desaparecen, sin tratamiento, al cabo de 10 días como máximo. Lo más aconsejable es esperar a que el resfriado cumpla su ciclo y vuelva todo a la normalidad.

Estos son otros consejos para prevenir los resfriados en verano:

Descansar bien.
Tener una alimentación saludable, evitando los alimentos o bebidas muy frías o muy calientes.
Bloquear la transmisión viral.
Extremar las medidas de higiene, así como lavarse las manos con frecuencia.
Evitar la exposición a las personas resfriadas, así como no compartir utensilios de uso cotidiano con ellas.
Beber mucha agua (u otras bebidas como zumos o infusiones con hielo).
Lleva ropa apropiada, es decir, fresca y ligera.
Graduar el aire acondicionado para que la temperatura se sitúe entre los 22 y 24 grados.
Desinfectar las superficies de la casa.
Utilizar pañuelos de un solo uso.
Evitar espacios poco ventilados.
No fumar.
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Si los síntomas no desaparecen pasados los 10 días, es mejor consultar al médico.